En Julio del 2019 se aprueba la medida de política 1.2: Plan BIM Perú, estableciéndose hitos de implementación obligatoria de la metodología BIM en la inversión pública a partir del 2025 y 2030 y actualmente ya hay varias entidades públicas que han iniciado un proceso de adopción BIM en sus organizaciones.
Pero ¿qué es realmente BIM y de qué manera esta decisión impactará a los especialistas y al sector construcción en su conjunto?
En los últimos años se ha visto un incremento importante de recursos públicos hacia la construcción de infraestructura en el Perú, sin embargo, esta no ha logrado concretarse en servicios debido a retrasos y sobrecostos en las obras públicas, de acuerdo con el último reporte de la Contraloría General de la República (CGR), a marzo del 2023, había 1,746 obras paralizadas por un monto de S/ 22,902 millones de soles.
Esta problemática era general en gran parte del mundo hasta finales del siglo XX, hasta que algunos países desarrollados empezaron a aplicar una metodología de modelamiento digital de la información sustentada en trabajo colaborativo y concurrente, acompañada de políticas coherentes para impulsar infraestructura pública, como el Reino Unido, Singapur, Países Bajos, entre otros, con resultados realmente asombrosos en términos de reducción de plazos y costos así como el aumento de la calidad, productividad e incluso transparencia en la inversión. Esta metodología denominada BIM (Bulding Information Modeling, por sus siglas en inglés) ha demostrado a lo largo de los últimos años su efectividad a nivel global tal es así que su uso se ha ido convirtiendo obligatorio para obra pública cada vez en más países desarrollados en el mundo, llegando a señalar incluso, el EUBIM – Taskgroup de la Unión Europea, que se prevé que BIM se convertirá en la norma para la ejecución de los proyectos de infraestructura pública en todo el mundo.
Pero la implementación de BIM es inmediata, requiere de un marco técnico legal habilitante y un plan para la implementación progresiva en las organizaciones del estado, en coordinación con el sector privado y la academia. Es así que, en Julio del 2019, siguiendo estas buenas prácticas internacionales y la tendencia mundial hacia la digitalización de la construcción, se aprueba la medida de política 1.2: Plan BIM Perú, estableciéndose hitos para la implementación obligatoria de la metodología BIM en la inversión pública a partir de julio del 2025 y 2030.
A la fecha, ya se tiene aprobado en el Perú, el marco técnico legal habilitante para la implementación de la metodología BIM en la inversión pública y también ya hay varias empresas y entidades públicas que han iniciado su proceso de adopción en sus organizaciones. La metodología BIM a implementar en nuestro país está descrita en la Guía Nacional BIM publicada en marzo del 2023 la misma que ha sido elaborada tomando como base la Norma Técnica Peruano ISO 19650 1 y 2. Esta normalizada internacionalmente, implementa cambios importantes con respecto a la metodología tradicional, como el uso del Entorno de Datos Comunes (CDE) en lugar de la tradicional ventanilla electrónica o mes de partes, así como la implementación del proceso de gestión de la información ISO-19650 que incluye 8 actividades en lugar de las 4 del método tradicional (actuaciones preparatorias, procedimiento de selección, ejecución contractual, fin de fase o etapa). Para entender de mejor manera estos cambios u de qué manera podemos prepararnos para asumir nuevos retos y aprovechar estas oportunidades del nuevo escenario que va a producirse, debemos entender primero el contexto en el que se dan estos cambios y su magnitud o alcance.
La introducción del CAD
Hasta mediados de los 90 del siglo pasado, en las oficinas de diseño en Perú era muy común ver filas de tableros de dibujo. La metodología de desarrollo y ejecución era la misma que de hace 50 años, Especialistas de arquitectura e ingeniería de diversas especialidades desarrollaban por separado sus soluciones técnicas las que eran plasmadas en dibujo 2D desarrollados en láminas o planos con la asistencia de “dibujantes” (especialistas de nivel técnico). Recordemos que la realidad física a construir está constituida por elementos tridimensionales (3D), por lo tante se requería al menos través de tres vistas 2D para representar un objeto 2D y una estructura de convenciones con tipos de líneas y símbolos, así, por ejemplo, dos líneas paralelas representaban un muro visto de planta, un rectángulo vertical podía representar ese mismo muro visto en elevación o una puerta, etc.
La información expresada en los Planos de Obra era en gran parte geométrica debiendo complementarse la información no-geométrica con documentos desarrollados de forma aislada a los planos como, por ejemplo, memorias descriptivas, especificaciones técnicas, metrado de cantidades, presupuestos, programación de obras, etc. Toda la documentación se desarrollaba en papel y una vez suscritos y firmados en original y tres copias (por lo general), conformaban lo que se conocía como el “Expediente Técnico”.
A inicios de los 80 aparece el concepto de Dibujo Asistido por Computadora (CAD), que llega al Perú de forma masiva a mediados de los 90, que permitía dibujar los planos usando herramientas informáticas en lugar del Tablero de Dibujo. A partir de ese momento los tableros de dibujo fueron siendo sustituidos progresivamente por computadoras. Pero la misma metodología tradicional esencialmente no cambió, no se requirió de cambios en la reglamentación técnico legal ni en los tipos y modalidades contractuales, pues en esencia lo único que cambiaba era la herramienta usada para dibujar planos.
La introducción de BIM
A inicios del presente siglo, aparece un nuevo concepto en el mundo con el acrónimo BIM1 (Building Information Modeling) que evoluciona el concepto de “Edificio Virtual” desarrollado por Archicad de Microsoft a inicios de los 80 que evolucionó del trabajo desarrollado por el profesor Charles M. Eastman el BDS (Building Description System) en 1974.
BIM introduce un concepto disruptivo en la industria de la Arquitectura, Ingeniería y Construcción, en lugar de apoyarse en representaciones de objetos plasmados en dibujos 2D, plantea trabajar con objetos reales que van incluso más allá de las 3 dimensiones físicas.
Un muro nunca más será representado por dos líneas, un muro será ahora un muro con existencia propia en una realidad digital compartida, que, además de sus tres dimensiones y geoposicionamiento, incorporará información inherente no geométrica como material, con este, textura, transparencia, color, comportamiento acústico, térmico, óptico, peso, densidad, resistencia a la flexión, resistencia al corte, etc. Pero también con información en otras dimensiones como: costo, rendimiento de ejecución asociado a un método constructivo, sostenibilidad, huella de carbono de su fabricación, construcción y transporte, y aún más allá, información para su operación y mantenimiento como certificados de garantía, condiciones de calidad, datos de los responsables de su mantenimiento, etc.
Por otro lado, la posibilidad de trabajar en una plataforma colaborativa en un espacio virtual, lo cambia todo, ahora es posible integrar de forma BIM con sistemas que antes trabajaban de forma aislada, como GIS (Sistemas de información geográfica), tecnología LIDAR, vincular la realidad física con la digital a través de sensores y actuadores, IoT, Robótica, maquinaria autónoma, impresión 3D, simulación y optimización de procesos, tecnología inmersiva, etc.
Ahora es posible en trabajo colaborativo entre las partes involucradas, se integran los arquitectos, ingenieros, supervisores, funcionarios y autoridades, de forma concurrente y desde diferentes partes del mundo, actividades que antes eran secuenciales se van tornando paralelas con ahorros de tiempo impactantes, las diferentes fases del ciclo de inversión o ciclo de vida del proyecto se integran, nuevos métodos constructivos aparecen, nuevas modalidades y tipos de contrato aparecen, la reglamentación técnica y legal evoluciona.
Los beneficios para los especialistas y las firmas de diseño y construcción son evidentes en materia de competitividad, productividad, eficiencia y rentabilidad, pero lo son aún más para los propietarios de los activos en materia de rentabilidad social, transparencia, eficiencia y calidad en las inversiones razón por la cual, como se señaló líneas arriba, su implementación se va tornando obligatoria cada vez en más países del mundo desarrollado, generándose además sistemas de normalización global para su uso como la ISO de la serie 19650.
¿Estamos frente a un cambio disruptivo?
Las innovaciones disruptivas son aquellas que afectan a una industria de tal modo que hacen que ésta cambie drásticamente, pudiendo incluso hacer que desaparezcan del mercado productos y servicios y aparezcan otros.
Muchos productos y servicios como los conocemos empiezan a desaparecer y a aparecer otros. Por ejemplo, información actualizada y muchas veces gratuita, ya está disponible en diferentes plataformas (GIS y otras), para los profesionales que cuenten con las habilidades para capturar esta información, procesarla y gestionarla a través de diversos sistemas de modelamiento digital e integrarla a BIM2, permitiéndoles proponer soluciones técnicas de mayor calidad, elaborada con información actualizada, optimizada por simuladores y algoritmos inteligentes, en mucho menor tiempo, con menos esfuerzo, a menor costo y de forma amigable y entendible a través de recorridos 3D o 4D.
Nuevos métodos constructivos son implementados continuamente con reducciones en costos y tiempos inalcanzables con métodos tradicionales. La operación y Mantenimiento de activos incluye ahora procesos de optimización de recursos, sostenibilidad energética, uso racional del agua, gestión de emergencias con IA, desarrollándose conceptos como los “Gemelos Digitales”.
Nueva reglamentación y nuevas modalidades contractuales se van implementando, se requieren abogados, contadores, economistas y profesionales de diferentes especialidades familiarizados con esta metodología.
Entonces, si, definitivamente este estamos frente a un cambio disruptivo que ya se ha venido dando en diferentes partes del mundo y ahora llega al Perú. Debemos estar preparados para asumir los nuevos retos y aprovechar las grandes oportunidades que se presentan en todo cambio disruptivo, para ello es necesario formar capacidades y habilidades conforme al Rol BIM que nos tocará asumir, en función de la experiencia y posición que ocupamos o pensamos ocupar en el futuro.